La primera vez que visité el albergue de animales abandonados de la Sra. Claudia Toledano no sabía que encontraría, solo sabía que estaba super emocionado de conocer a una persona que por tantas referencias hacía una labor increíble por los animales. Aquella mañana, al llegar y conocer a la Sra. Toledano y tener una agradable conversación con ella y poder saber un poquito más acerca de su noble labor...mi atención se vió perdida por unos momentos por esta curiosa critura, una linda criatura con ojos tan grandes y de mirada tan cariñosa. Una criatura que se acercó a mi y no dejaba de mirarme, como si reclamará mi atención, aquella mañana conocí a Chibola.
Chibola; una boxer con algunos añitos encima, que a pesar de los años que cargaba en su lomito no envidiaba vitalidad a los otros perritos que viven en el albergue. La Sra. Toledano me empezó a contar que Chibola la venía acompañando casi desde que el albergue nació, me enterneció con lindas historias como cuando llegaban cachorritos abandonados de la peor manera y Chibola sin pensarlo dos veces los adoptaba como suyos, cuidándolos y dándoles el calor materno que necesitaban.
Y así Chibola pasó gran parte de su vida acompañando a la Sra. Toledano, convirtiéndose en la matriarca por definición del albergue. Una criatura a la que no le bastaba convivir con los demás animales del albergue, sino que los cuidaba, acompañaba y hasta a veces "corregía" cuando alguna pequeña pelea daba lugar. Recuerdo plácidamente cada visita al albergue y buscar siempre a Chibola, recuerdo como ella pondría orden en casa si es que los demás animalitos empezaban a causar desorden por nuestra visita.
Lamentablemente esta mañana recibí esa terrible llamada, esa llamada que ya hace algunos días temía recibir. Al contestar solo escuchaba un triste llanto, inmediatamente entendí lo sucedido...a pesar que no lo quería creer, no lo quería aceptar...Chibola había fallecido. Y es que desgraciadamente ya hace algunas semanas el cáncer se había pronunciado, poniendo casi una sentencia sobre la vida de esta dulce criatura.
Ahora con pesar debo entender que Chibola no está mas, ahora es solo un recuerdo...pero un recuerdo que con mucho cariño siempre tendré presente. Aquella criatura que siempre me demostró mucho cariño, compasión y amor..y no solo para mi, sino para quien tuviera la dicha de cruzarse en su camino.
Descansa en paz querida Chibola, te agradeceré eternamente haberme permitido ser parte de tu vida.